Esta idea original de Ara Malikian y producida por él mismo se representa en la Sala Cándido Lara los días 29 y 30 de junio para llevar la música clásica a los más pequeños dando un paseo por las diferentes estaciones.

Los niños podrán disfrutar de los sonidos de los pájaros presentando la primavera sobre el suave murmullo de los riachuelos, que cobran vida traas el deshielo del invierno, el sonido del viento, y de los cantos jubilosos por la llegada de la estación de las flores.

Paseando por el verano, con su agotador calor da pie a percibir la sensación de sopor y pesadez al final de la jornada, con sus tempestades veraniegas y el tranquilizador sonido de la alondra en las noches cálidas.

El otoño llega con alegría, es época de cosecha, de recoger los frutos. El sonido de la caída de las hojas sobre el manto de naturaleza, la alegría de las partidas de caza y la quietud de las siestas otoñales.

Llega el invierno con la suave caída de los primeros copos de nieve, las lluvias chapoteando contra los cristales, y las ráfagas de viento alcanzan su punto álgido.

En Mi primer Vivaldi intentamos compartir con los niños la experiencia de la música de un modo lúdico y elocuente, explicando y dramatizando antes de cada movimiento los sonetos que el propio Vivaldi redactó para estos conciertos.

De una manera sencilla, la palabra introduce y facilita la comprensión de la música de forma que el público se adentra en una aventura y el concierto se convierte en una fabulosa experiencia para recordar.

El espectáculo, se forjará sobre un narrador, que irá presentando las diferentes estaciones, tomando como eje los textos escritos por Marisol Rozo.

Tras las presentaciones y una vez todos los niños puedan imaginar el mundo presentado por Vivaldi, dos violines, un chelo y una viola serán los encargados de poner la banda sonora de los diferentes capítulos narrados con la energía y fuerza necesaria para mantener a los más pequeños sobre sus butacas.